“La importancia del tránsito en el desarrollo psicosocial de menores transexuales. Mirada y visión desde la propia vivencia, la familia y la escuela”
Aitor Martxueta, Aingeru Mayor, Estibaliz Cepa, Juanito Etxeberria y José Joaquín Pizarro. 2020
Universidad del País Vasco (UPV-EHU)
Investigación realizada en colaboración con las asociaciones Naizen, Chrysallis, Fundación Daniela, Arelas, Transhuellas y TTCórdoba.
Este documento da a conocer los resultados de un estudio cuyo objetivo es describir la realidad de niñas, niños y adolescentes en situación de transexualidad que han realizado el tránsito (es decir, que han pasado a vivir de acuerdo a su sexo en todos los ámbitos de su vida). El estudio analiza, antes y después del tránsito su situación socio-emocional, su vivencia de la propia identidad y de su cuerpo, y el apoyo familiar y social percibido.
En el estudio han participado 335 personas: 57 adolescentes, con una edad media de 14 años, de los cuales 20 son chicas y 37 chicos; 229 madres y padres (71% madres) de niñas, niños y jóvenes de entre 3 y 18 años de edad; y, 49 tutoras y tutores escolares (80% mujeres).
El estudio constata que llevar a cabo el proceso de tránsito tiene efectos psicosociales muy positivos en estas niñas, niños y adolescentes; repercute de forma positiva tanto en su salud mental, como en sus relaciones familiares y sociales.
Una vez hecho el tránsito, tanto los síntomas depresivos y de ansiedad, como el retraimiento disminuyen; es especialmente relevante la disminución en el número de menores que intentan autolesionarse o suicidarse. Asimismo es notoria la mejora que se da en su autoestima, en la seguridad que tienen en sí (especialmente en el caso de las chicas), y también en la aceptación de su propio cuerpo.
En el ámbito familiar se observa que son las madres quienes en mayor medida aceptan la identidad sexual que expresan sus hijas e hijos y quienes mayor apoyo les ofrecen, seguidas de hermanos y hermanas; son los padres quienes menor apoyo dan y son, además, quienes en mayor medida niegan la identidad de sus hijas e hijos antes del tránsito. Seguramente por eso, es el padre hacia quien más enfado sienten estas chicas y chicos. En cualquier caso, una vez hecho el tránsito, el apoyo por parte de todos los miembros de la familia aumenta, y el enfado hacia el padre disminuye.
En el ámbito escolar y social, tras el tránsito, aumenta el apoyo por parte de sus iguales y disminuye el acoso que sufren, sobre todo en el caso de las chicas.
En relación a la vivencia de sus madres y padres, tras el tránsito, muestran menos angustia y miedo en relación al futuro de sus hijos e hijas.
Las respuestas reportadas por parte de los tres colectivos preguntados (adolescentes; madres y padres de niñas, niños y adolescentes; y sus tutoras y tutores) muestran una gran congruencia en sus percepciones. Hay que destacar, sin embargo, que en todas las dimensiones estudiadas, las y los adolescentes reportan puntuaciones más altas para los aspectos negativos y más bajas para los positivos; es decir, que su percepción de su propia vivencia es más negativa que la percepción que de su vivencia tienes sus madres, padres, tutoras y tutores.
Los resultados de este estudio confirman algo que las familias de menores transexuales han venido expresando en los últimos tiempos: que el tránsito es un proceso que impacta positivamente en la calidad de vida de estas niñas, niños y adolescentes, así como en la vida de sus familias.
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