A mí desde pequeña siempre me ha gustado jugar con muñecas y disfrazarme de princesa.
Antes pensaba que era un niño pero me gustaban las cosas de niñas. Cuando supe que había más personas como yo, hablé con mi ama y mi aita, vimos unos vídeos y entonces pude entender que yo era una niña.
Entonces compramos vestidos, faldas… luego me puse pendientes y desde entonces soy más feliz, porque todos me aceptan tal como soy